Aceites de Oliva
Historia
El olivo, Olea Europaea, fue introducido en la península ibérica por fenicios y griegos aproximadamente durante los primeros siglos a. de C. Los romanos expandieron su cultivo y mejoraron las técnicas de producción de aceite. Su comercio -por vía marítima fundamentalmente- tuvo un papel primordial en el desarrollo de la economía mediterránea. Los aceites de Hispania, la mayor proveedora de este preciado líquido, eran considerados como los de mayor calidad y consumidos habitualmente en Roma y otras muchas partes del Imperio.
Elaboración
El olivo es un árbol típico de la cuenca mediterránea, ya que requiere una gran luminosidad y un clima caracterizado por inviernos suaves, otoños o primaveras lluviosos, veranos secos y cálidos.
España: Líder Mundial
El cultivo del olivo tiene su origen en Oriente Medio hace más de 5.000 años, difundiéndose hacía Occidente a lo largo de la cuenca del Mediterráneo. A partir de los azebuches, árboles salvajes y espontáneos, los primeros cultivadores de la Península Ibérica fueron eligiendo los árboles que presentaban características más idóneas según las zonas y en función de la productividad, adaptación del terreno, rendimiento, etc...
Como líder en la producción de aceite de oliva, España protege la tipicidad de sus aceites, contando en la actualidad con 31 denominaciones de origen protegidas, y otras en proceso de reconocimiento, que permiten definir el origen de los aceites y las variedades utilizadas, garantizando además la producción, elaboración y transformación del producto en sus zonas geográficas.